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En el siglo XVII, Europa era un desencuentro entre estados monárquicos absolutistas y feudales. Francia entro en la Guerra de los Treinta Años con España, después de las victorias españolas contra los alzamientos neerlandeses en 1620, y contra los suecos en Nördlingen, en 1634.
En las negociaciones de Paz de Westphalia en 1648, Francia se anexiono los territorios de Alsacia y Lorena y corto el acceso de España hacia la república de los Países Bajos austriacos. En este contexto se entra en guerra entre Francia y España.
En 1648, Felipe IV de Castilla y III de Aragón dio su soporte en la Guerra civil de Francia, la Fronde. En 1652, Felipe IV gana la guerra de los Segadors cuando Cataluña estaba bajo la protección de Lluís XIV de Francia.
Felipe IV conjuntamente con su hijo bastardo Joan Jose de Austria, se expropiaron del Palacio Real de Barcelona el 1654 para convertirlo en residencia de la casa real, ya que en él había la planta de armes de la ciudad. (Ver articulo Pla de Palacio)
Después de 10 años de guerra, Francia aliada con Inglaterra gano la batalla de las Dunas, cerca de Dunkerque, en 1658. España y Francia firmaron la paz en 1659. Finalizando así la Guerra de los Treinta Años.
Según el primer documento de paz, per primera vegada, se trataba la frontera catalana. El Rosellón es quedaba bajo el poder francés i Lluís XIV cedía a Catalunya desde Rosas hasta el castillo de la Trinidad y Cadaqués, la Seu de Urgell, el castillo de la Bastida, Bagá, Ripoll y el condado de la Cerdaña.
El Tratado de los Pirineos se firmo el 7 de noviembre de 1659 por los representantes de Felipe IV de Castilla – III de Aragón: Luis Méndez de Haro y Pedro Coloma. Los representantes de Lluís XIV de Francia fueron: El Cardenal Mazzarino y Hugues de Lionne. Rubricando el fin de la Guerra de los Treinta Años en la isla de los Faisanes.
El articulo 42 dice: ” El Sr. Rei Chr. quedará en posesión i disfrutará efectivamente de todo el condado y vaguería del Rosellón, y del condado y vaguería del Conflent, y el Sr. Rey Católico se ha de quedar el condado de la Cerdaña i todo el Principado de Cataluña.”
El año 1660 en Ceret se establece el definitivo Tratado de Llívia por el cual se delimita la frontera entre los territorios de las dos coronas. Los negociadores de Felipe IV consiguieron retener Llívia argumentando que Llívia es una villa y no un pueblo.
Felipe IV negoció el tratado de los Pirineos sin consultar las Cortes Catalanas. De hecho, no lo comunico oficialmente hasta las Cortes de Barcelona el 1702. Las Cortes de Barcelona no ratificaron el Tratado, por lo que es materializa la ilegalidad del Tratado de los Pirineos. Los territorios afectados conspiraron durante varios años per a unirse de nuevo al Principado. Las autoridades catalanas se resistieron a aceptar la partición, finalmente se hizo efectiva en 1720.
Las negociaciones para delimitar la frontera, representando a Felipe IV por parte de Castilla y Aragón, las llevaron a cabo Luis de Haro. Haro intentó conservar los condados de Rosselló y la Cerdaña. Finalmente, prefirió salvar les posiciones a Flandes antes que mantener la unidad territorial del Principado.
Los negociadores y representantes de Lluís XIV fueron: El cardenal Mazzarino, Pèire de Marca, Bernat Plessis de Besançon y Ramón Trobat, Ellos eran conocedores de las tierras y la historia de Cataluña. Este hecho influyo muy negativamente en los resultados del tratado.
Mazzarino renuncio a Bellver y Puigcerdá. De Haro cedió la parte norte de la Cerdaña. A Francia, el tratado le resulto ventajoso: Gano Rossellón, Conflent, Vallespir, Capcir y treinta y tres pueblos de la Cerdaña.
El tratado de los Pirineos contemplaba el enlace de Lluís XIV con María Teresa de Austria hija de Felipe IV. María Teresa tuvo que de renunciar a los derechos de sucesión a la corona de Castilla y Aragón, a cambio de una compensación económica. Esta compensación nunca se pago y fue uno de los factores que desencadenaron la Guerra de Sucesión Española, en 1702.
El texto final del tratado de los Pirineos incorpora a Francia el antiguo condado de Rosellón, Conflent, Vallespir y part del de la Cerdaña. Por la otra parte, la Corona francesa devuelve a España las plazas de Rosas, Cadaqués, Ripoll, Bagà y la parte occidental de la Cerdaña con Puigcerdá, Querol, Bellver, el castell de la Cerdaña y la Seu de Urgell.
El territorio catalán quedaba así dividido en contra al Juramento de las Islas por el cual les tierras del antiguo Reinado de Mallorca no es podían separar de la Corona de Aragón. Todo ello, a cambio de las posesiones españoles en Flandes.
El Tratado de los Pirineos afecto también las montañas, algunas de ellas ahora son frontera, como el Puigmal. Otras cimas quedaron en territorio Francés como el Carlit y otras en territorio Catalán como el Cadí.
A lo largo de la historia los collados de los Pirineos han sido paso de migraciones como la de los Cátaros, (ver camino dels Bons Homes). Las Brigadas Internacionales de suporte al ejercito republicano de la guerra civil Española. Los maquis resistiendo al ejercito de Franco. Los fugitivos en búsqueda de la libertad huyendo de los nazis en la II guerra Mundial. Así como los contrabandistas de mercancías para evadir los controles de las fronteras.
El Tratado de los Pirineos contemplaba conservar vigentes las instituciones catalanas en el norte de los Pirineos. El mismo junio de 1660, pocos días después del acuerdo, Lluís XIV firma el edicto de San Juan de Lohitzune, por el cual se disuelven para siempre el Consejo Real, la Diputación, los tribunales del Reales de Patrimonio y el Maestro Nacional.
En substitución de les instituciones catalanes es crea el Consejo Sobirà del Rosellón. En otro real decreto aprobado el 2 de Abril de 1700, prohíbe el uso de la lengua catalana en los actos oficiales. Desde entonces, el francés continua siendo la única llengua oficial.