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Excursión en los Pirineos y sus Leyendas es una leyenda alrededor de los Pirineos: La leyenda de la duquesa de Cardona.
Cuando los moros invadieron la península, la señora del castillo de Cardona se enamoró de un moro del castillo de Malda. En secreto, el moro se convirtió en cristiano y se casó con ella. Pero no podían vivir juntos, porque sabía que sus hermanos nunca aceptarían que un hombre de la raza sarracena se casara con su familia.
Excursión en los Pirineos y sus Leyendas
El moro a menudo se vestía como un hombre cristiano. Caminó hasta el castillo de Cardona para esperar a que su esposa lo señalara con una lámpara de la torre, avisándole cuando la puerta del castillo estaba abierta. El hombre dejó su caballo atado a un árbol y saludó a su esposa a través de la puerta abierta. Permanecieron juntos durante algunas horas, luego al amanecer, regresó a su castillo.
Los hermanos de la Señora oyeron acerca de estos encuentros. Un día su hermano mayor la atrapó después de que el moro se fue. La llevaron a la principal cámara de oro del castillo. Allí, los otros hermanos la estaban esperando. Un hermano, que era obispo de Girona, sintió compasión por ella y comprendió cómo el amor puede hacer que uno haga esto. Pero los otros hermanos lo entendieron de otra manera y aplicaron el castigo más riguroso. Cerraron a la Señora en una cárcel estrecha y oscura cerca de la torre de oro, que tenía una puerta doble, que era imposible de abrir. Se le dio sólo pan y agua para comer, servido por un criado mudo. Los hermanos nunca la visitaron de nuevo. No podía hablar con nadie por el resto de su vida. El moro estaba profundamente angustiado y juró vengar la muerte de la Señora.
El califa, llamado Abdala, también vivió en el castillo de Maldà. Le contó sobre la historia de la señora por un sirviente que lo ayudó durante las bodas y confió en él. Se involucró con la historia escribiendo cartas anónimas.
Uno de los hermanos fue herido por una flecha mientras cazaba cerca del castillo. Nadie sabía de dónde venía la flecha. Abdala puso una carta cerca de él. Dijo: “Recuerda la muerte de Amaltrudis”. Otro hermano fue encontrado muerto con la misma letra tipo. Nadie sabía quién era el asesino. El tercer hermano, el más joven, llamado Folc, murió en una calle de Barcelona con la misma carta que antes. La esposa de la Folc estaba profundamente angustiada y prometió dar a todos los niños Folc como su segundo nombre. Excursión en los Pirineos y sus Leyendas.
Después de muchos años, el hijo mayor de Folc estaba caminando con su hijo cerca del castillo de Malda. Se detuvieron y se durmieron detrás de un árbol porque estaban cansados, cuando de repente un gran ruido los despertó. Los moros los rodearon y los llevaron al castillo. Después de tres días como prisioneros, fueron enviados al califa Abdala. Ahora era un anciano, pero todavía tenía sentimientos de venganza por lo que los hermanos le habían hecho a la Señora de Cardona. Ordenó cortar las cabezas y mostrarlas en un punto alto de la Torre del Castillo. Los amigos de Folc cabalgaron al Castillo de Malda y se vengaron del califa cortándole la cabeza y mostrándola en el mismo lugar donde estaban las cabezas de los Folc.